La prueba de esfuerzo cardiopulmonar es una prueba de esfuerzo más compleja que sirve para evaluar de forma conjunta la función cardiaca y respiratoria durante el ejercicio.
Durante esta prueba se monitorizan los parámetros respiratorios y cardíacos para valorar la capacidad de esfuerzo y cuáles son las causas y grado de su disminución, con el objetivo de planificar un mejor tratamiento del paciente.
Durante esta prueba, el paciente realiza un esfuerzo en bicicleta o cinta ergométrica mientras lleva una máscara que permite el análisis del consumo máximo de oxígeno y los parámetros respiratorios.