La fibrilación auricular (FA) es la arritmia cardiaca más frecuente. Su incidencia aumenta con la edad y su prevalencia aumentará en los próximos años debido al envejecimiento progresivo de la población.
La complicación más grave de la fibrilación auricular es el accidente vascular cerebral (AVC) de origen cardioembólico, que ocasiona una alta tasa de discapacidad y mortalidad. En la FA no valvular, la gran mayoría de trombos que embolizan se originan en la orejuela izquierda. En la FA en pacientes con estenosis mitral reumática también se pueden ver trombos en otras localizaciones de la aurícula izquierda y en la FA en pacientes con prótesis valvulares cardíacas los trombos pueden formarse en la misma prótesis.
Para estimar el riesgo de AVC embólico en la FA no valvular, se utiliza la puntuación CHA2DS2-VASc, y también otros parámetros clínicos, analíticos y ecocardiográficos. Para estimar el riesgo de sangrado asociado al tratamiento anticoagulante oral (ACO) se utiliza la puntuación HAS-BLED, y también otros parámetros clínicos y analíticos, así como la presencia de alteraciones en la RM o TC cerebral.
En aquellos pacientes con FA no valvular y alto riesgo hemorrágico, se puede considerar el cierre percutáneo de la orejita izquierda como alternativa al tratamiento anticoagulante.
La evaluación inicial de los pacientes a los que se les indica el cierre de la orejuela izquierda se realizará utilizando la historia clínica, la exploración física, las alteraciones observadas en la analítica y las pruebas de imagen, y los protocolos de la Unidad y de las sociedades de Cardiología Europeas y Americanas.
La selección de los pacientes a los que se practicará el cierre de la orejuela izquierda se individualizará según la historia clínica, la exploración física, la analítica, las alteraciones observadas en las pruebas de imagen, y los protocolos de la Unidad y de las sociedades de Cardiología Europeas y Americanas.
Esta unidad es multidisciplinar y está formada por médicos especialistas en cardiología clínica, ecocardiografía y otras técnicas de imagen (resonancia magnética cardíaca, tomografía computarizada cardíaca), arritmias, neurología, nefrología, hematología, medicina interna, cardiología intervencionista, y también por nutricionistas, enfermeras y administrativas.